La ternura es revolucionaria.

Me encanta ir al Museo de Antioquía. 
hoy celebró el día de los museos con estas fotos que tenía guardadas de cuando fui a la Bienal de Sao Paulo. Ahí conocí estas obras del Artista paraguayo Feliciano Centurión. (1962-1996) Centurión criado en una familia de mujeres, se familiarizó con estas prácticas del bordado. En palabras de él mismo: "Paraguay es un mundo femenino, es un mundo construido por mujeres después de la Guerra Grande, al ver prácticamente desaparecer todos los hombres, la mujer es la encargada de construir la patria". En ese sentido, el artista universaliza esa realidad común de la guerra y no habla solo de las mujeres de su país sino de las mujeres que en todo el mundo han tenido que reconstruirlo después de la destrucción.

Me gustó mucho ver estos "trapitos" envitrinados y tratados con la altura de obra de arte, porque eso me parece bastante revolucionario en los lenguajes del arte contemporáneo; es reivindicar los sentires femeninos tan relegados en simples labores cotidianas, es meterse en la profundidad de lo que pensaban y sentían miles de mujeres silenciadas en su ámbito doméstico mientras tejían y bordaban.
Fragmento de un artículo donde hablan sobre la estética del afecto.

"Al colocar el afecto y el amor en la centralidad de su práctica, Centurión estaba haciendo una contundente declaración política, pero basada en las políticas del afecto, las relaciones y la intimidad. Objetos desechados u olvidados por otros fueron rescatados y se les dio un nuevo significado al entregar mensajes sinceros, en una serie de pequeños actos con consecuencias potencialmente grandes." Visto en: Feliciano Centurión. Atravesado por el afecto y una pandemia.

18/05/2020

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