El Guayabo.

El Guayabo.

A mi mamá le da guayabo acordarse de tiempos pasados en la finca. ¿Mami cómo se siente un guayabo? ¿Se siente bien o se siente mal? 

Porque yo recuerdo sentir muy bonito los guayabos de la finca. Recuerdo muy bien cada uno de ellos, sus lugares, el camino para llegar a ellos, sus formas y tamaños. Seguro yo no sé cuántos guayabos hay en toda la finca, solo recuerdo los 5 que había cerca a la casa.

El que estaba al pie del chiquero daba guayabas muy amarillas, el que estaba junto a la pecera las daba verdes y blancas por dentro, el que estaba al pie de la marquesina era muy alto y no tenía guayabas tan buenas

 Las mejores eran las del guayabo del gallinero, esas las recogiamos por montones, y eran las predilectas para los jugos y cremas de las tardes calurosas, si era maravilloso sentir las ventiscas de olor fresco de los guayabales en cosecha, era todo un hechizo el olor  dulce que colmaba la cocina cuando se hacían mermeladas y bocadillos.

El guayabo más viejo que recuerdo era el que estaba al pie de un estanque de lodo donde se mantenían unos paticos negros, recuerdo que me daba miedo treparme porque el tronco del árbol de inclinaba hacia el estanque y para alcanzar las mejores guayabas habia que arriesgarse a saltar y caer en el lodazal. Pero las cosas buenas siempre cuestan tanto como dice la canción que te gusta mamá, por eso aún no termino de entender por qué asocias el guayabo a tristeza cuando a mí me evocan olores, sabores y paisajes de felicidad, o tal vez cuando pasen los años y me aleje cada vez más de esos recuerdos sentire la nostalgia de un tiempo pasado que ya no es el mismo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Memoria para Rosa: una historia de amor 🌹

Utis de Anocosca: Elogio al anonimato.

25 años de un espejo roto